En el estado mexicano de Jalisco, miembro de Regions4, fluye un importante río llamado Santiago. Nace en el lago de Chapala, rodea la ciudad de Guadalajara y finalmente llega al Océano Pacífico. Pero, a pesar de su relevancia, el río Santiago lleva consigo una marca que resuena en cada rincón de su cuenca: décadas de contaminación lo han transformado en el río más contaminado de México. 

El río Santiago, que se extiende por más de 400 kilómetros, es muy importante en la historia y economía de la región, así como en la vida de las personas que dependen de él. Sin embargo, la degradación ambiental de la cuenca del río ha conllevado el deterioro del patrimonio natural y también la calidad de vida de los ciudadanos que habitan en sus cercanías.

Pero, al final de 2018, surge una luz de esperanza: la “Estrategia integral para la recuperación del río Santiago“, conocida como “Revivamos el Río Santiago“. La iniciativa del Gobierno de Jalisco surge como un faro de cambio, un compromiso serio con la restauración de este patrimonio natural y el bienestar de quienes lo rodean.

Esta estrategia innovadora se despliega en seis componentes fundamentales: Gobernanza, Ciudadanía Saludable, Patrimonio Natural, Cultura de la Legalidad, Fuente de Desarrollo, Equipamiento y Servicios, conectados por un enlace común: la protección y la garantía de los derechos humanos, en especial aquellos que abarcan los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA).

En el corazón de la iniciativa se encuentra la noción fundamental de que no solo se valora la salud del río, sino también la de sus habitantes. No se trata simplemente de un plan de rescate ambiental; sino de atender de forma integral las necesidades sociales de los ciudadanos que se han visto afectados por la contaminación de este recurso hídrico. 

Desde palabras en el aire hasta acciones en el suelo 

La Estrategia “Revivamos el Río Santiago” es un compromiso tangible respaldado por acciones concretas. Se centra en un Área de Intervención Prioritaria conformada por 18 municipios, donde se concentran los problemas más apremiantes, lo que permite focalizar esfuerzos bajo una lógica de cuenca. 

Sin embargo, su alcance se extiende a todo el territorio de Jalisco, así como lo hace el río.  

A lo largo de los años, la estrategia se ha adaptado a través de la gobernanza, dando lugar a programas innovadores, proyectos de infraestructura y avances tecnológicos que han cambiado la narrativa del río Santiago.

La cobertura de saneamiento de las aguas domésticas generadas en las cuencas de los ríos Santiago, Verde y Zula se ha logrado elevar del 61% en 2018 a un 75% en 2024, y llegará al 98% con la ejecución de los proyectos técnicos actualmente en proceso. 

El camino hacia la recuperación total es largo, pero el Gobierno de Jalisco mira hacia el futuro con determinación. “Revivamos el Río Santiago” es una visión no solo para el periodo 2018-2024, sino para las generaciones venideras.  

Así, en cada paso de esta travesía de “Revivamos el Río Santiago“, queda más claro que gobiernos subnacionales tienen el compromiso, la voluntad y el conocimiento regional necesarios para revivir, no solo un río, sino la conexión entre la gente y la naturaleza que es vital para un mundo más sostenible, con biodiversidad y resiliente climáticamente.